No intento ser el gran amor de tu vida, esa que te exige y luego te olvida; simplemente intento ser esa que disfruta cada instante, cada segundo de tu compañía. Solo intento ser aquella que te pueda enseñar que quizás existe el amor eterno, que tal vez la felicidad tenga dueño, que cada instante compartido puede ser un mágico sueño del que no se quiere despertar. Solo pretendo ser únicamente yo, esa loca perdida que se muere por tu amor.